La UE diseña un plan de acogida voluntaria y apoyo a países vecinos para paliar la crisis de refugiados afganos

Refugiados afganos regresan a su país a través de la frontera de Chamán (Pakistán) gracias al programa de repatriación del Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR).
Refugiados afganos regresan a su país a través de la frontera de Chamán (Pakistán) gracias al programa de repatriación del Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR).
EFE
Refugiados afganos regresan a su país a través de la frontera de Chamán (Pakistán) gracias al programa de repatriación del Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR).

"La UE comprometerá y fortalecerá su apoyo a terceros países, en particular los países vecinos y de tránsito que albergan a grandes cantidades de migrantes y refugiados para que refuercen su capacidad de dar protección, condiciones dignas y seguras y una subsistencia sostenible para los refugiados y las comunidades de acogida". Ese texto da buena cuenta de cómo quieren afrontar los países miembros de la UE la posible llegada de refugiados ante la crisis en Afganistán. 

El texto pactado este miércoles por los ministros del Interior de los 27 recoge dos claves: por una parte, se dará prioridad a la ayuda a países vecinos (como Pakistán) para que ellos acojan a los refugiados, potenciando por ejemplo la labor de ACNUR y de otras asociaciones. Además, añaden que la recepción por parte de los Estados miembros será "voluntaria".

El texto es un primer paso para acercar posturas entre los dos bloques que se dan entre los 27: por una parte, los más conservadores han asegurado que no van a aceptar cuotas de refugiados como en 2015. Es el caso de Austria, Hungría, Polonia, Dinamarca o República Checa entre otros. Enfrente están los Estados miembros proacogida, que tradicionalmente son los del sur. Eso sí, Alemania ha insistido en que lo fundamental es dar apoyo a los países vecinos y reforzar la labor humanitaria.

Los 27, en este sentido, se comprometen a trabajar con los países de la región y actuar "conjuntamente" para "evitar la repetición de movimientos incontrolados y a gran escala de inmigración ilegal que sucedieron en el pasado" a través de una "respuesta coordinada y ordenada".

"Deben evitarse incentivos a la migración ilegal", remarcan los Estados miembros en su declaración, en la que añaden que "como parte de los esfuerzos globales, se podría dar apoyo en forma de reasentamiento (de refugiados) de manera voluntaria" y dando prioridad a colectivos "vulnerables" como mujeres y menores de edad.

España, en cambio, sí está dispuesta a liderar al bloque proacogida, como dejó claro Pedro Sánchez hace días durante una comparecencia. Tradicionalmente los países del sur son los más proclives a recibir refugiados, pero no quieren 'cargar' con las mayores cifras, pues son los países fronterizos. Algunos Estados miembros, además, cuentan con un componente electoralista a la hora de abordar el debate. Alemania celebra comicios federales en septiembre y el tema será sin ninguna duda parte de la campaña. Merkel, de hecho, ha dejado clara su posición: "Nuestra posición es dar al mayor número posible de personas, si salen del país, la oportunidad de recibir atención humanitaria allí, cerca de su patria".

En rueda de prensa, la comisaria europea de Interior, Ylva Johansson anunció que convocará en las próximas semanas un nuevo foro con otros socios internacionales para debatir la acogida de refugiados afganos, pero ha preferido no dar un número concreto de personas que a las que los Estados miembros deberían conceder protección humanitaria. "Es importante que no nos centremos solo en nuestras fronteras, tenemos que actuar en Afganistán y en los países vecinos junto con la comunidad internacional porque la mejor forma de evitar una crisis migratoria es evitar una crisis humanitaria", defendió.

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